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Impulso al debate fresco y abierto en nuestro primer evento del ciclo “Las Conversaciones Protopía” en Barcelona

Cerca de un centenar de personas asisten a la conferencia de Mary Harrington para indagar sobre la visión de 'progreso' en el Ateneu Barcelonès

La conferencia con la escritora y pensadora británica Mary Harrington, celebrada el pasado 23 de mayo en el Ateneu Barcelonès, fue un éxito de asistencia y un primer impulso para un debate fresco y plural sobre algunas de las cuestiones esenciales de nuestra sociedad.


Bajo el título “¿El progreso es una creencia o un hecho?”, Mary Harrington cuestionó la idea fuertemente arraigada en el mundo occidental de que el arco de la historia está inclinado hacia el progreso, hacia un futuro mejor: “No quiero decir que nada mejore nunca, ni tampoco que todo empeore de alguna manera o que nada cambie nunca”, afirmó.


El argumento central de su ponencia fue que si tenemos en cuenta todos los costes y beneficios de los grandes cambios tecnológicos, económicos y sociales de los últimos siglos no está nada claro que las cosas hayan mejorado en un sentido absoluto para la mayor parte de personas.


Mary señaló que “la mayoría de la humanidad, durante la mayor parte de su historia, no ha creído en la idea de progreso” y se refirió al historiador Christopher Lasch, según el cual el progreso es “una versión secularizada de la creencia cristiana en la Providencia”. Argumentó que es característicamente cristiano ver la historia en términos lineales, sólo que la historia cristiana secularizada renuncia a la muerte, al juicio final, al cielo y al infierno, de modo que la única opción que queda es intentar realizar el cielo, en la tierra, en la historia.


En su ponencia y posterior conversación con el filósofo Jordi Pigem, ambos hablaron largo y tendido sobre el papel de la tecnología en nuestra visión progresista y de cómo, a pesar de todo lo que se dice sobre cómo la tecnología puede resolver nuestros problemas medioambientales, el medio ambiente no hace más que empeorar, por lo que “deberíamos darnos cuenta de que nuestra fe en el progreso tecnológico no hace realidad el paraíso en la tierra”.


Puedes leer la ponencia entera aquí:


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